¿Has tenido relaciones que te han dañado o sigues en relaciones en las que todavía sufres? 

Da igual si se trata de un vínculo de pareja, familiar, amistoso o laboral
Es hora de reparar ese daño y que deje de determinar cómo vives tus relaciones actuales.

No luches contra molinos de viento como Don Quijote

Te voy a contar qué tiene que ver Don Quijote con tus problemas en las relaciones.

En un momento dado de su viaje de aventuras,  Don Quijote ve a lo lejos varios molinos de viento y de leer tanta novela de caballería, los confunde con gigantes. 

De hecho, está tan convencido de que esos gigantes son seres malvados a los que debe enfrentar y vencer que se lanza al ataque, arremetiendo con su lanza contra uno de los molinos, a pesar de que su fiel escudero Sancho Panza (mucho más sensato y con los pies en la tierra), le intenta advertir previamente de que lo que él ve son simplemente molinos de viento, y no gigantes.

La cuestión es que en su intento de luchar contra el «gigante», una de las aspas del molino lo golpea y lo derriba, dejándolo malherido.

Esto es exactamente lo que te puede estar pasando a ti en tus relaciones

A ver, entiéndeme, en tu caso es probable que no sea precisamente por haber leído novelas de caballería, sino porque de verdad hayas tenido experiencias con gigantes a los que te has tenido que enfrentar en algún otro momento de tu vida. 

Pero puede ser que ahora, cuando lo que tienes delante son molinos, sigas interpretándolos como gigantes y entrando en modo supervivencia como Don Quijote:

  • Te sientes constantemente en hipervigilancia (ansiosa, insegura, preocupada, en peligro)
  • Experimentas bucles de emociones desagradables como miedo, sensación de poca valía, culpa…
  • Tu cabeza rebosa pensamientos que giran en torno a la desconfianza en los demás y en el mundo
  • No te abres ni muestras lo que hay dentro de ti por temor a que te vuelvan a hacer daño
  • Te sientes desconectada de los demás o sientes que no perteneces
  • Te cuesta sentir amor o dejarte recibirlo
  • No pides ayuda cuando sí la hay porque no quieres «ser una carga»
  • Te agarras a relaciones en las que no te sientes bien tratada por miedo a volver a experimentar el mismo desamparo y soledad de cuando eras niña
  • Tratas de conseguir de los demás el amor y el cariño, como si fuese un premio que «ganar» 
  • Buscas la validación que no recibiste exigiéndote hasta la saciedad
  • Desconfías de ti y de tus capacidades

Ojo, que también puede ser que lo que tengas delante sean gigantes eh, yo no digo que no. Todavía no te conozco ni conozco tu contexto.

No sé si estás aquí porque el peligro está en el presente y necesitas aprender a alejarte (emocional o físicamente) de él, o porque el peligro sucedió en el pasado pero tienes la sensación de que aún te persigue y de que no consigues dejarlo atrás.

En cualquier caso, te puedo acompañar a descubrirlo.

Antes de seguir deja que me presente.

Me llamo Eva Zafra, soy psicóloga y Vincurarte es el proyecto que he creado para acompañarte a sanar todos esos problemas relacionales que te han traído hasta aquí.

Mis estudios en psicoterapia me permiten hacerlo con conocimiento. Mis propias vivencias, con el corazón.

Estoy especializada en relaciones, ansiedad, dependencia emocional, autoestima, apego y heridas emocionales de la infancia/adolescencia

Además, soy psicóloga integradora, lo que quiere decir que me he formado en diferentes enfoques terapéuticos para poder adaptarme a ti y que no seas tú quien tenga que adaptarse a mí y a mi corriente específica.

En la universidad nos enseñaron poco de eso y mucho de meter a todas las personas en el mismo molde. Por eso me formé más allá, porque yo no quiero hacer eso contigo, ni de broma. He pasado por ahí como paciente y no recomiendo la experiencia. 

Quizá te den igual mis títulos o las técnicas concretas que utilizo en mi consulta, pero por si para ti es importante conocer mi formación específica y mi manera de trabajar, pincha en el botón para conocer más sobre mí.

Estos son ejemplos de los "gigantes" (por seguir con la metáfora de Don Quijote) que tuvieron que enfrentar muchas de las personas con las que yo trabajo en terapia.

  • No solo es que sufrí bullying → es que nadie me protegió del bullying como habría necesitado
  • No solo he tenido ansiedad o depresión → es que nadie me comprendió mientras lo estaba experimentando
  • No es que mamá y papá no se trataran bien → es que no se daban cuenta de que eso me estaba doliendo y dejando mucha huella
  • No es que naciera un hermanito nuevo → es que nadie vio que me sentí apartada, invisible y tenía celos
  • No es que mi grupo me dejara de lado → es que nadie después me ofreció su compañía o su mano y me sentí muy sola
  • No es que mamá, papá o un abuelo/a me insultaran o humillaran → es también que el resto de adultos no hicieron nada por frenarlo o protegerme de ese contexto.
  • No es que mi pareja me dejó → es que no me cuidó en el proceso y no tenía en quién apoyarme

Y claro, si te das cuenta la mayor parte de ellos suceden en relación con otras personas.

Es probable que si te has visto reflejada en alguno, eso sea en parte lo que esté afectándote en tus relaciones actuales e impidiéndote disfrutar de ellas como realmente te gustaría. No sé si en tu caso esto te está complicando una relación de pareja, familiar, de amistad, laboral, o la relación contigo misma.

O la existencia en general, que también puede ser.

Lo que sí sé es que los vínculos son los verdaderos portales para dos cosas: la destrucción y la sanación

Casi todas nuestras heridas psicológicas más profundas provienen del campo relacional. 

Tiene sentido entonces que esas heridas se activen en las propias relaciones (aunque no sea exactamente la relación con la misma persona con la que se generó ese daño e incluso aunque haya pasado mucho tiempo)

También tiene sentido, por tanto, que sea precisamente en las relaciones donde se pueden desenredar y reparar.

Y la relación con tu psicóloga es precisamente eso: un vínculo reparador.

De ahí Vincurarte. Un espacio en el que aprender a vincularte de forma segura, en el que experimentar lo que son las relaciones de buentrato desde dentro, y en el que construir ese buen trato también y por encima de todo hacia ti misma.

Porque lo que sucede con el sufrimiento, es que si no ha tenido el acompañamiento adecuado, queda como “encapsulado” en nuestro interior y hace que, mucho tiempo después, en relaciones incluso distintas, sigamos experimentando sensaciones, emociones y pensamientos muy dolorosos.

"Lo que se daña en el vínculo, solo en el vínculo se puede sanar"

Por eso, observar las vivencias dolorosas desde la persona que eres hoy  con una mirada compasiva y junto a una persona que te ayude a tolerar el dolor que eso te está generando, te permite tres cosas:

  • Darte cuenta de que ya no estás ahí y que hoy tienes otros recursos de los que antes no disponías
  • Disminuir la carga emocional de esas experiencias para que dejen de pesarte y de apoderarse de tu vida.
  • Tomar nuevas decisiones basadas en lo que es tu vida hoy, aquí y ahora.

Así que no, remover el pasado no es darle vueltas a lo tonto me lo bailo. Es tomar perspectiva y ofrecerte en el presente lo que necesitaste en aquel momento para poder integrarlo como parte de tu historia y avanzar sin seguir anclada a esas sensaciones

Dicho así suena bonito, verdad? Ahora vamos a hacerlo real!

Así será tu proceso

Nos conocemos

Tendremos una primera llamada telefónica de unos 10/15 minutos para que puedas conocerme, me cuentes tu situación y puedas decidir/sentir si es lo que necesitas.

Por mí parte, te diré honestamente sí creo que te puedo ayudar o no.

Escríbeme y buscamos un hueco para hablar.

Arrancamos

Si las dos vemos útil trabajar juntas acordaremos la primera sesión, que será una sesión de evaluación para conocerte mejor y plantear objetivos. 

Prometo que no será interrogatorio, pero sí que necesitaré hacerte algunas  preguntas para conocer más a fondo tu problema y quién eres tú para poder ayudarte.

Proceso

Juntas decidiremos la frecuencia de las sesiones (semanal o quincenal) y comenzaremos el acompañamiento.

Yo no fuerzo ni el inicio ni el fin de ningún proceso. Tú decides cuando venir y decides cuándo irte.

¿Todavía sigues aquí?

Es normal. ¿Tú recuerdas esa canción de Fito que dice «demasiado tiempo huyendo conmigo de mí…»? Pues supongo que es la frase que mejor describe cómo llegan las personas a mi consulta.

En ocasiones sufrimos y seguimos sintiendo dolor por cosas que pasaron hace meses o incluso años. Cosas que incluso puede que no tengamos ni identificadas o no recordemos explícitamente.

Puede parecer una locura, pero a veces somos un poco como Don Quijote, luchando contra enemigos que ya no existen en la realidad que tenemos delante.

La sensación de peligro que sentimos puede que no se deba a un «gigante» actual, sino a esa herida del pasado que hace que veamos los molinos como lo que no son y nos enfrentemos a ellos haciéndonos daño a nosotras mismas por el camino.

Es como si, aunque los gigantes hayan terminado en la vida real, dentro de nosotras siguiesen presentes, como si no hubieran acabado. 

Sabemos que estamos en una relación diferente y probablemente más sana, pero sentimos el mismo peligro y sensación de amenaza o abandono que sentimos en la relación que nos dañó.

Para no marcarte un Don Quijote, es aquí:

Preguntas frecuentes

Si te estás preguntando si necesitas ayuda es porque, de hecho, la necesitas.

No hay que estar mal, ni siquiera muy mal, para acudir a un psicólogo.

No lo digo yo, lo dice el vicepresidente del Consejo General de la Psicología en España.

1 de cada 4 personas necesitan ayuda psicológica a lo largo de su vida. Yo a esto le veo un claro problema: necesitarlo implica urgencia, lo que significa que el problema se ha hecho TAN grande, que ya no podemos simplemente «ir tirando»

Ir al psicólogo no siempre va de la mano de tener algún trastorno. Pero sí que siempre va de la mano de dar pasos hacia tu bienestar emocional. 

Si has llegado hasta aquí probablemente sea porque no estás pudiendo resolver lo que te pasa por tu cuenta.

Entiendo que tu mente te puede estar contando mil historias acerca de que si el tiempo, el dinero, los miedos, la vergüenza… Todo eso puede ser cierto (en parte), pero mi sugerencia es que no esperes a estar peor de lo que estás para ponerte manos a la obra, porque entonces seguro que la inversión en tiempo, dinero, miedos y vergüenzas será probablemente mucho mayor.

Esto no te lo digo para que contrates mis servicios específicamente. Solo quiero que trabajes conmigo si de verdad has conectado con mi forma de ser.

Te lo digo por experiencia propia y porque de verdad, te mereces recuperar tu bienestar.

Yo creo en la psicología por dos razones: una, lo he estudiado y conozco sus fundamentos y entresijos; dos, lo he probado y conozco sus beneficios.

Pero no me creas a mí solo porque se supone que debería saber de todo esto. Como todo en la vida, prueba, experiméntalo desde dentro, y si no es para ti, siempre podrás decidir no volver. 

Es difícil saberlo sin conocer tu situación ni tus objetivos.

Es probable que notes mejoras desde las primeras sesiones, pero hay personas a las que les toma algo más de tiempo.

En cualquier caso, lo que te aseguro es que ambas iremos viendo si la terapia te está funcionando o no. Si te sientes mejor y vas teniendo nuevos recursos para afrontar tus problemas, lo notaremos. 

Yo misma he pasado mucho tiempo en psicólogas con las que no mejoraba y no quiero hacerte eso a ti.  

Si vemos que nos atascamos o que no avanzas, buscaremos qué es lo que no está funcionando o te propondré otra alternativa.

No sé cuanto cuesta tu ojo, pero sí sé cuánto vale tu salud mental. Y si tú has llegado hasta aquí, me imagino que es porque también la valoras lo suficiente como para invertir en ella. 

En cuanto al precio por sesión individual de una hora, depende de si es online o presencial. 

Escríbeme y te doy más detalles.

Spoiler: no cuesta un ojo de la cara.

La frecuencia de las sesiones la pactamos juntas en función de la gravedad de la situación, tu disponibilidad, tu economía, etc.

Lo recomendable es que, sobre todo al principio, sí que nos veamos semanalmente porque necesito conocer a fondo tu problema y quién eres tú para poder ayudarte.

Pondremos unos objetivos alcanzables para que puedas ir valorando tus avances y calibrando con qué frecuencia necesitas o quieres que nos veamos. 

Puedes contactarme vía email info@vincurarte.com o por teléfono/whatsapp: 624076954

Existe la posibilidad tanto de hacerlo online como presencial.

La eficacia es la misma. No lo digo yo, lo dicen los estudios. 

Ahora bien, el precio es ligeramente distinto por el gasto extra de tener que alquilar un despacho presencial. 

Por lo demás, todo es más o menos parecido. 

Seguro que encontramos el formato que mejor se adapta a lo que necesitas.

No soy seria, eso lo vas a ver. Pero sí profesional. Para eso estudié una carrera, un máster y unas cuantas cosas más.

Quizá te den igual mis títulos y todas estas palabrejas, pero por si para ti es importante conocer mi formación específica, te la cuento  en el apartado «sobre mí» de la web, pinchando aquí.

Spoiler: no vamos a basar tu proceso en lo que me ha servido a mí (Eva Zafra) replicándolo al milímetro contigo. Soy psicóloga, no una gurú que tiene todas las respuestas del universo sobre cómo ser feliz en tres sencillos pasos. 

Cada proceso de terapia es único, así que yo no tengo esas claves. Evidentemente mi experiencia y la persona que soy formarán parte de la terapia (al fin y al cabo es un encuentro entre dos personas), pero no baso la terapia en mi experiencia. Eso no sería profesional.

¿No lo tienes claro todavía?

Puedes usar el formulario para preguntarme cualquier duda que tengas acerca del acompañamiento o si prefieres hablar conmigo directamente escríbeme por Whatsapp o llámame. No tengo secretaria, así que salvo que me roben el móvil te contestaré yo.

SERVICIOS

Estas son algunas de mis especialidades:

Autoestima

Trauma

Información protección de datos Eva Zafra Mariana.

  • Finalidades: Responder a sus solicitudes y remitirle información comercial de nuestros productos y servicios, incluso por correo electrónico.
  • Legitimación: Consentimiento del interesado.
  • Destinatarios: No están previstas cesiones de datos.
  • Derechos: Puede retirar su consentimiento en cualquier momento, así como acceder, rectificar, suprimir sus datos y demás derechos en tudirecciondecorreo.
  • Información adicional: Puede ampliar la información en el enlace de Avisos Legales.

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Tú me puedes escribir o llamar cuando quieras. 

Yo te contestaré en cuanto pueda, pero prometo que mi respuesta llegará más pronto que tarde.

«Demasiado tiempo huyendo conmigo de mí…»